La Nueva Guardia es uno de los monumentos de Berlín que vale la pena visitar por su potente significado y estrecha vinculación con la historia alemana más reciente. Es el único memorial de Alemania para las víctimas de las Guerras Mundiales y del Totalitarismo del siglo XX.  Aquí se recuerda a millones de personas que murieron «por la guerra y el gobierno de la violencia». 

Se trata de un monumento que no hace distinción entre civiles y soldados ni entre nacionalidades, con una sola exclusión. El único colectivo que está excluido de este memorial son los victimarios. Aquellos que en forma activa y consciente fueron responsables de los crímenes y de la guerra, no son homenajeados.

LA HISTORIA DEL EDIFICIO DE LA NUEVA GUARDIA (NEUE WACHE)

En su origen, la Neue Wache o Nueva Guardia fue un lugar de glorificación de la así llamada muerte heroica.

En 1818, cuando fue inaugurada, tenía por propósito rendir homenaje a los alemanes que habían perdido la vida luchando contra las tropas invasoras de Napoleón. 

Una cita típica de la época, que nos da una idea del sentimiento nacional de aquellos momentos, son los versos del poeta romántico Hölderlin:

Ya llegan los heraldos de la Victoria:
¡La batalla es nuestra! Sigue viendo
en lo alto de la luz, oh patria,
y no cuentes los muertos. Porque por ti,
ni uno solo de más ha caído.

Con el tiempo, la historia se ocuparía de que la sociedad alemana cambiase su postura sobre el significado de las guerras. Nuevamente una artista, Käthe Kollwitz, nos muestra el camino del nuevo sentir nacional:

“”Muerte por la Patria”: uno lo dice así, cómo si nada. Qué terrible tragedia, qué triunfo del infierno se esconde detrás de la máscara suave de estas palabras» K. Kollwitz

De hecho, la obra de Kollwitz acabaría siendo central para la resignificación de este monumento.

¿SON LOS SOLDADOS HÉROES O VÍCTIMAS? Y CÓMO RECORDARLOS EN CADA CASO

En 1937 Kaethe Kollwitz esculpió la piedad laica que hoy se encuentra en el centro de la Nueva Guardia. La escultura muestra a una mujer con su hijo adulto muerto y es la representación de la universalidad del dolor.

Kollwitz se inspiró en la pérdida de uno de sus hijos durante la Primera Guerra Mundial. No sabía en ese momento que también perdería un nieto en la Segunda Guerra.

Su historia es la de millones de mujeres alemanas, pero también la de decenas de millones de mujeres europeas. Probablemente reconocer esta igualdad en el dolor sea un primer paso a un proceso de reconciliación.

Esta escultura ofrece una respuesta a las preguntas hechas. Nos dice que lo más importante en la muerte de un soldado no es el por qué de su muerte, sino el dolor que produce.

UNA PIEDAD PARA BUSCAR LA RECONCILIACIÓN

La obra fue seleccionada en 1993 para ser instalada en este lugar por Helmut Kohl el canciller alemán del momento.  Fue una elección que rompía con la tradición del edificio, transformándolo en un lugar de rechazo a la guerra.

La sociedad alemana de los años 90 iba encontrando, después de 45 años de silencios y debates, un lenguaje para enfrentar sus propios muertos. Después de décadas de una relación ambigua con aquellos millones de jóvenes que murieron en las dos guerras mundiales, se encontraba una forma de recordarlos. Poner en el centro de la memoria el dolor y no la ideología o nacionalidad de los muertos hacía posible rendir un homenaje a esas personas.

Frente a esta imagen se puede pensar en los casi 100 millones de seres humanos que perdieron la vida víctimas de las épocas en que vivieron. Es un lugar para pensar que el dolor del otro no es distinto al propio.

OTROS LUGARES RELACIONADOS CON LA NUEVA GUARDIA EN BERLÍN

• Museo Käthe Kollwitz: La obra de esta artista berlinesa en un museo íntimo que nos llevará al Berlín de antes de la guerra.

• Monumento al Soldado Soviético de Treptower Park: Un monumento de glorificación de la muerte heroica y de alguna manera una antítesis de la Nueva Guardia.
  

CÓMO LLEGAR A LA NUEVA GUARDIA

– En Metro: línea U2 estación Stadtmitte.

– En autobús: líneas 100 y 200 parada Staatsoper.

– A pié: desde la Isla de los Museos, la Plaza de la Gendarmería o la Puerta de Brandeburgo.

– Con nosotros en el Tour Diario BERLÍN INDISPENSABLE o en el Tour Privado BERLÍN TOTAL.