Mitte y Schöneberg: dos municipios, dos mundos: símbolos de una Berlín dividida que hoy cuentan la historia de una ciudad reunificada.
Durante la Guerra Fría, la capital alemana estuvo partida no solo por el Muro de Berlín sino también por dos centros políticos simbólicamente opuestos. En el lado occidental, en el distrito de Schöneberg, el Rathaus Schöneberg albergaba el gobierno de Berlín Occidental. En el lado oriental, en pleno corazón de Mitte, el Rotes Rathaus (Ayuntamiento Rojo) seguía funcionando como sede oficial del poder en Berlín Oriental.
Estos dos ayuntamientos representaban mucho más que simples edificios administrativos: eran los centros neurálgicos de dos modelos políticos y sociales enfrentados —la democracia liberal de Occidente y el socialismo soviético del Este—, y escenarios de discursos históricos, protestas y momentos decisivos como la construcción del Muro en 1961 y su caída en 1989.
Un símbolo curioso de esta división es la coexistencia de dos animales heráldicos: el oso de Berlín (símbolo de la ciudad) y el ciervo de Schöneberg. Ambos aparecen, por ejemplo, en el puente Köthener, cerca del Landwehrkanal y del punto de encuentro de nuestras visitas guiadas de Berlín.
En este recorrido, exploraremos cómo estos dos edificios municipales cuentan hoy la historia de una ciudad que fue epicentro del conflicto global… y que finalmente logró reunificarse.
Rathaus de Schöneberg, el municipio de Berlín Occidental

El edificio del Municipio del distrito de Tempelhof-Schöneberg fue construido en elegante piedra arenisca entre 1911 y 1914, cuando sustituyó al antiguo municipio de Schöneberg. En esa época, al final del Segundo Imperio Alemán, Schöneberg era una ciudad independiente y aún no formaba parte de la Gran Berlín, como sucedió posteriormente en 1920.
Más tarde, las autoridades del régimen nacionalsocialista mandaron realizar una serie de murales de tema bélico. Durante la Segunda Guerra Mundial, el edificio fue gravemente dañado por los bombardeos aliados y en la batalla final, la Batalla de Berlín en abril de 1945.
Como medida “temporal”, dada la situación desastrosa de las estructuras urbanas y la división de la ciudad en dos sectores, Este y Oeste, el Rathaus Schöneberg, recién restaurado y situado en el entonces Rudolph-Wilde-Platz, se convirtió en el municipio de toda Berlín Occidental.
En 1950, una campana conmemorativa, denominada Freedom Bell (en alemán: Freiheitsglocke), fue un regalo de los Estados Unidos a la ciudadanía y se instaló en la torre reconstruida.
Durante eventos cruciales, como el bloqueo de Berlín de 1948, la revuelta del 17 de junio de 1953 y la revolución húngara de 1956, la plaza frente al edificio se convirtió en un lugar de manifestaciones y protestas populares.
El 26 de junio de 1963, en el balcón del Rathaus Schöneberg, el presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, pronunció la célebre frase “Ich bin ein Berliner”, símbolo de solidaridad con la difícil situación berlinense. Miles de espectadores emocionados presenciaron el evento.
En la noche de su asesinato, apenas cinco meses después, miles de berlineses se reunieron espontáneamente en la plaza, que fue oficialmente rebautizada como John-F.-Kennedy-Platz solo tres días después. Una placa conmemorativa, montada sobre una columna a la entrada del edificio, y la sala encima de la entrada, que da a la plaza, están dedicadas a Kennedy y a su visita.
El 10 de noviembre de 1989, al día siguiente de la caída del Muro de Berlín, se celebró aquí una importante asamblea con el canciller Helmut Kohl, el ex canciller Willy Brandt y el ministro de Asuntos Exteriores Hans-Dietrich Genscher.
Tras la reunificación, el Rathaus Schöneberg volvió a su destino original como municipio de Schöneberg. Con la reforma administrativa de Berlín de 2001, se convirtió en el municipio del nuevo distrito de Tempelhof-Schöneberg.
Rotes Rathaus, el centro administrativo de Berlín Oriental

Este imponente edificio es conocido familiarmente como el Municipio Rojo (Rotes Rathaus), nombre que hace referencia al color de los ladrillos que componen las fachadas y a los elementos decorativos de terracota.
El edificio se alza sobre el sitio del antiguo municipio medieval y se encuentra en el corazón de Berlín, casi frente a la Isla de los Museos y de muchos monumentos de Berlín.
Fue diseñado por el arquitecto Hermann Friedrich Waesemann, asistente de Friedrich August Stüler, y construido entre 1861 y 1869. El proyecto se aparta de los tradicionales temas neoclasicistas de Schinkel y Stüler, inspirándose en cambio en el Renacimiento de las ciudades-estados italianas y de Flandes, diferenciándose así de los estilos de los palacios reales prusianos.
El edificio tiene el aspecto de una fortaleza rectangular, con plantas superpuestas y ventanas en arco. Cuenta con tres patios interiores y una torre muy alta, al estilo de los campanarios flamencos, con un reloj iluminado, bien visible desde la famosa Unter den Linden.
Durante la Guerra Fría, el Rotes Rathaus siguió siendo el municipio oficial de Berlín Oriental y sede de la administración de la RDA. Su función fue representar el poder de la Alemania Oriental y del gobierno socialista.
En 1958, se añadieron esculturas al patio que representan al pueblo berlinés trabajando en la reconstrucción de la posguerra.
Desde 1991, el Rotes Rathaus ha vuelto a ser la sede del alcalde de Berlín.
Es importante precisar que el Rotes Rathaus es el municipio de Berlín, sede del gobierno de la ciudad, mientras que la administración local se encuentra en los distritos individuales.
Conclusión
Los dos municipios, con su pasado simbólico y político, cuentan dos visiones opuestas de la ciudad durante la Guerra Fría.
Tras la reunificación, estos edificios han recuperado su función administrativa original, pero siguen siendo importantes testigos de la compleja historia de Berlín, una ciudad que, aún hoy, lleva las huellas de su división y reconstrucción.
Así, a través de estos dos municipios, podemos leer la historia de Berlín dividida y recuperada, espejo de los acontecimientos de la Guerra Fría y la reunificación alemana.
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