El Bunker de Hitler en Berlín o por qué un estacionamiento de Berlín se ha convertido en el más visitado de todo el mundo.
En este post voy a explicarte una fascinante historia, la del Bunker de Hitler. Aunque perfectamente podría haber titulado el post de manera alternativa: «De cómo un guía puede transformar un estacionamiento en un lugar digno de visitarse«.
Para serte completamente sincero, cada vez que llego a este lugar en mi rol de miembro del equipo de guías de Berlín en español de ViveBerlinTours, me pregunto qué demonios hago en él.
Por otra parte, cada vez que termino la explicación de qué significa este lugar, entiendo por qué el llamado Bunker de Hitler es punto de parada obligada en varios de nuestros tours por Berlín en español y cuál es el valor de visitarlo para quien desea conocer la historia de Berlín en relación con el III Reich y su figura principal.
En definitiva, se trata de un lugar que me obliga a reemplazar con palabras lo que las bombas destruyeron. Y lo más interesante de todo: es un lugar que pone a Hitler en su lugar.
¿QUÉ ES UN BUNKER?
La palabra bunker, cuyo origen, como se puede presentir, es alemán, hace referencia a una construcción de hormigón armado. Generalmente es subterránea y está destinada a servir de refugio durante los bombardeos.
Durante la Segunda Guerra Mundial proliferaron en la mayoría de las ciudades alemanas. En Berlín mismo, existieron varios, el más célebre de todos, el ahora llamado Bunker de Hitler.
La mayoría en Berlín eran bunkers aéreos y algunos de ellos se pueden visitar. No así el Bunker de Hitler, del que queda tan solo un recuerdo y varios pedazos de hormigón.
HISTORIA DEL BUNKER DE HITLER
El llamado Bunker de Hitler en Berlín es un lugar de peregrinaje para muchos visitantes. Aunque lo cierto es que actualmente no es ni más ni menos que un estacionamiento.
Eso sí, en su día allí se encontraba la edificación en la que Adolf Hitler pasó sus últimos meses. Se construyó a partir de 1943 en lo que eran los jardines de la cancillería. Era un coloso de cemento de dimensiones impresionantes. En total tenía más de 540 metros cuadrados y se encontraba a una profundidad de hasta 8m.
Estaba compuesto por dos partes cada una con funciones diferentes. Mientras una estaba destinada al dictador y su entorno, la otra era más bien para el aparato burocrático.
Es aquí que Hitler se casó con Eva Braun para después quitarse la vida. Es en este lugar que surgió el mito de su sobrevivencia. El mito fue alimentado por el hecho que el cuerpo encontrado estaba quemado y una identificación visual era imposible.
Lo que sabemos de esos últimos meses proviene del testimonio de personas que estuvieron allí. Varios de ellos fueron interrogados por los aliados y algunos de ellos volvieron a hablar con los medios décadas después.
Basándonos en esos relatos y la documentación existente podemos hacernos una idea más o menos clara de que ocurrió. Muchas de esas fuentes fueron usadas para la película El Hundimiento. Fue precisamente esa cinta la que convirtió este lugar que Alemania había dejado en el olvido, en un atractivo turístico.
EL BUNKER DE HITLER HOY
Si bien la edificación fue destruida en la posguerra y la mayoría de los berlineses no saben dónde estaba ubicado, el Bunker es un punto indispensable para muchos visitantes de Berlín.
Muchos grupos con sus guías se aglutinan en medio de un espacio anodino que a primera vista uno asociaría más con las afueras de una ciudad cualquiera. Pero estamos en el corazón de la capital de Alemania.
En distintas lenguas se intenta, a veces con humor, otras con seriedad casi solemne traducir este espacio a quienes llegan a la capital de Alemania. En cualquier caso buscar vestigios de este personaje central del siglo XX en este lugar requiere de imaginación. Aquí un buen guía es invaluable.
Y es que no queda prácticamente nada. Si cavásemos nos encontraríamos con bloques de hormigón y quizás con algún objeto de uso diario. Los pedazos de las paredes de más de tres metros de profundidad y el techo de cuatro metros despertarán en arqueólogos del futuro preguntas que probablemente ni siquiera quienes vivieron esa época podrían responder.
HITLER Y BERLÍN UNA RELACIÓN COMPLICADA
Lo cierto es que Berlín no ha encontrado otra manera de acercarse a este hombre que nunca la quiso, pero que la convirtió en sinónimo suyo. Hitler no amaba Berlín y Berlín no fue nunca una ciudad „del movimiento“, que es como los nazis llamaban su proyecto político. Sin embargo cuando uno dice Berlín en el mundo entero se piensa en esos 12 años en los que Hitler gobernó Alemania.
Quizás este lugar nos diga mucho sobre cómo esta sociedad se acerca a los nazis, en especial en contraste con los monumentos dedicados a diferentes colectivos de víctimas.
Mientras las víctimas de la emblemática dictadura tienen en el Monumento a los Judíos asesinados en Europa, o en los vecinos memoriales dedicados a las víctimas gitanas y homosexuales de la dictadura nazi un lugar prominente en la memoria colectiva hecha arquitectura, el tirano no ha merecido más que un lugar vacío de memoria, que no invita a olvidar, sino a restarle importancia.
Sus crímenes no han sido olvidados, pero de él se habla en un estacionamiento. Para un hombre que quiso ser el centro del mundo, sin duda ha sido un destino poco halagador.
CÓMO LLEGAR AL EMPLAZAMIENTO DEL BUNKER DE HITLER EN BERLÍN
– En metro: estación Mohrenstrasse U2.
– En autobus: Línea 200 parada Wilherlmstrasse.
– A pié: desde la Puerta de Brandenburgo, pasando por el Monumento a los Judíos asesinados en Europa.
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